Francia, Alemania, Estados Unidos, Argentina, Marruecos … Desde el estallido de la epidemia de Kovit-19, muchos países han optado por el toque de queda para controlar la propagación del virus. Un estudio alemán reciente, basado en Hess, una parte de Alemania, cuestiona la efectividad de tal movimiento.
«No encontramos ninguna evidencia estadística de la efectividad del toque de queda para reducir la propagación de la enfermedad», dijeron tres investigadores alemanes, uno de los cuales era profesor asistente de economía en Francia en un estudio publicado en abril en la Ecole des Barista de minas. 28, que aún no ha sido publicado en una revista científica.
Si optaran por centrarse en Hess, la quinta tierra más poblada de Alemania, el área habría sido un patio de recreo ideal para medir la efectividad de una orden de toque de queda nocturna. Durante el período objeto de examen, de noviembre de 2020 a febrero de 2021, es decir, durante la segunda epidemia en Europa, se aplicaron restricciones similares en toda esta parte del centro de Alemania, a excepción de las órdenes de toque de queda.
Cobrados de 21:00 a 05:00 horas, no se implementan en todas las zonas, a la misma hora ni por el mismo período. «Mediante el método de diferenciación dual, permite aislar el efecto del toque de queda de otras actividades», explica Ecole des Mines Baristech en un comunicado de prensa.
No se dio ninguna razón
Tras realizar un estudio estadístico basado en la tasa de incidencia observada en diferentes regiones de la región (número de nuevos casos de Govit-19 por 100.000 habitantes), los investigadores concluyeron que las noches de toque de queda “no eran una medida eficaz”. Controle la propagación del virus cuando ya existen varias restricciones, como el cierre de negocios, restaurantes o escuelas no deseados. Por qué, el estudio no respondió a esa pregunta.
Aunque este trabajo pone en duda la efectividad de la orden de toque de queda, que está vigente en Francia hoy, especialmente de 7 p.m. a 6 a.m., no debe usarse para condenar la medida, y mucho menos a sus autores. Piden que se realicen más investigaciones geográficas y durante el período de observación.
«Entusiasta total de las redes sociales. Estudiante. Aficionado general de Twitter. Ninja de la comida».